Esta semana ha sido especial para muchos amigos míos.
Fue el cierre de 5 o quizás 6 años de sacrificio y esfuerzo.
Ya que se realizó la ceremonia de graduación de los nuevos bachilleres de Ingeniería Industrial y de Sistemas.
Al estar, esta vez, del otro lado del escenario - mi graduación fue el año pasado - sentí mucha nostalgia, ya que había estudiado y llevado más de un curso con la mayoría de los que estaban acabando.
Al llegar a la ceremonia, ya era tarde, pues todos los en ese entonces futuros graduados, ya estaban formados y listos para entrar al toldo del evento. Sin embargo, fui a saludar a por lo menos los que estaban adelante.
Hubo algunos rostros que brillaron por su ausencia ese día, así como algunas caras que no esperaba ver en la ceremonia, pero que sin embargo lucharon para poder llegar a esa fecha y poder decir que ya acabaron la universidad.
Lamentablemente, no conte con un sitio como invitado, por lo que tuve que buscar un lugar adecuado para poder disfrutar del evento, y fue cuando vi a un grupo de viejos amigos en el segundo piso del pabellón B - al costado del toldo - y fui corriendo para desde ahí aplaudir y poder gritar con total libertad - no me importaban los profesores y demas gente presente - por los que se graduaban.
Fueron creo que cerca de 30 personas que recibían la medalla - el doble de los ingenieros que nos graduamos en el 2009 - y esta vez el discurso lo dio un bachiller en Ingeniería, y de hecho fue un momento memorable.
Al terminar la ceremonia, traté de acercarme a felicitar a todos los que se graduaban, lamentablemente algunos simplemente se fueron con sus familias y otros estaban muy copados, pero por lo menos logré estar cerca de los más cercanos y fue un momento de mucha alegría.
Practicamente, las mejores personas que he conocido han terminado la carrera, quedan aun muy pocas, pero igual de especiales, pero de hecho tengo que estar en la siguiente ceremonia para poder decir... FELICIDADES.
